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Los beneficios de las pepitas de sandía. Un tesoro nutricional

By 22/06/2020No Comments

Sandía, una de las frutas más típicas de la época veraniega. Una hortaliza ligera, refrescante, hidratante y, además, atesora un perfil nutricional de lo más interesante. Tiene un porcentual de 90% de agua, lo que la convierte en un excelente diurético.

Nuestras sandías

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Sandía blanca

Sandía Rallada sin pepitas

Sandía Kisy

Sandía Rallada

Las sandías son grandes fuentes de fibra, especialmente la cáscara que las envuelve. Como bien es sabido, esta sustancia interviene en la salud digestiva, regulando la función intestinal, mejora la composición bacteriana y, además, favorece el control de peso. En definitiva, «nos hace vivir más y mejor». También son una excelente fuente de proteínas vegetales, grasas poliinsaturadas y omega 6.

Intervienen en la reconstrucción de los tejidos y el desarrollo de los músculos, constituyendo una excelente opción para quienes practican algún tipo de actividad física o para las personas que necesitan mantener la masa muscular. Además, se perfilan como una opción más saludable, sin abusos. Asimismo, atesoran buenas cantidades de minerales, especialmente magnesio, calcio, zinc y manganeso. En su composición también habitan las grasas ‘buenas’, especialmente poliinsaturadas y ácidos grasos omega 6, que son grandes aliados de la reducción del colesterol ‘malo’ o LDL y, por lo tanto, de la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Consuma de manera saludable, también asadas o cocidas, para que el elevado consumo no ocasione molestias gástricas.

Las semillas son un alimento poco familiar, pero bien elaboradas son bienvenidas:

 

  • Triturarlas para crear mantequilla, la cual proporciona un inusitado gusto dulce y una textura aterciopelada de lo más apetecible; aunque también se pueden mezclar con otros ingredientes como, por ejemplo, los frutos secos.
  • Incluso podemos usarlas para preparar infusiones. Para ello, únicamente hay que hervirlas trituradas en abundante agua durante diez o quince minutos. Pasado dicho tiempo, dejamos reposar hasta que alcance temperatura ambiente.
  • Quienes quieran disfrutar de una textura más crujiente y un sabor tostado similar a las pipas de girasol, pueden hornearlas con una pizca de aceite de oliva o mantequilla durante media hora. Una vez finiquitadas, se pueden consumir en solitario o usar como topping de lácteos o ensaladas, especialmente las que incluyen hojas con gusto intenso o picante como la rúcula o el berro.

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