Las variedades tradicionales de melón son fácilmente reconocibles por su aroma, su carne de textura suave y jugosa, pero sobre todo por su sabor, aunque por contra necesitan de mayor esfuerzo y atención durante su producción.

Por estas razones hemos desarrollado una filosofía de trabajo que implica una especial atención por cada detalle, una total dedicación y un cuidado exquisito por el producto. Así pues, todos nuestros cultivos son producciones propias cultivadas únicamente en los mejores campos, aquellos en los que se ha mantenido generación tras generación el secreto del cultivo de estas variedades tradicionales.

Nuestra filosofía sigue siendo la misma que nos inculcaron nuestros antepasados: devolverle al consumidor los sabores que anhela, esa sensación, casi perdida, del sabor intenso de la fruta y la verdura, aquel sabor del que hablan nuestros mayores con nostalgia.